Sean da la lata, yokutrece lo produce.

La trama acaba en drama cuando todo se sucede.
Mejor que quietos que quiten la escarcha con mis cedes.
No fuimos a por tabaco a por marcha ¿Qué te crees?
Engáñate como al semáforo al que dices que no ves.

Quiero un timbre sordo un malvenido en una alfombra,
para los que lo quieren gratis porque dicen que no cobran.
En mi hambre mando yo a mí no me roba un tontopolla.
Saco el palo a pasear no piensen comer de esta olla.

Ni el trabajo me hará libre ni me libraré de hacerlo.
Quiero vivir tumbado y no estar muerto para verlo.
Soy un interno enfermo dentro del averno alterno.
Solo eres un viejoven que se agarra a ser moderno.

S E A N dentro de tu mente, nene.
La tormenta tras la brisa cuando vibra es que viene.
Eres economía libre, línea recta no mantiene.
Lo que pierdas, lo que penes, la vida es lo que tiene.

El yoku, el vecino número trece en tus cascos.
Después del beso, el chasco, la mala hostia en atascos.
A dónde vas póker de ases contra el rey de bastos.
Morir antes que chupar del frasco.

Tengo un montacargas con mis sueños, no sé dónde moverlos.
Un corazón a cerillas pero me quemo los dedos.
Perder las ganas de ganar faltándome los medios

Quiero seguir dormido hasta que duela o que me muera.
Soy de los que nunca entra por eso balones fuera.
Dije cosas de mi tierra, lenguajes de otra era.
Carne de ternera, la entereza tenedla entera.

Parando para que cojas la paradoja de Jevons.
Avances tecnológicos, lo que dejo lo que llevo.
Los malos tragos que ahogo si se derriten los hielos.
En serio dicen adiós las estrellas con destellos.

La vida es una estafa maquillada a mil ochenta.
Si no eres rico, los hitos a precios de reventa.
Artistas que revientan a los treinta se comenta.
Solo estuvieron tranquilos unos meses en placenta.

He llegado, he bebido tío estoy desinhibido.
Yo sigo esperando que vengas sabiendo que te has ido.
No debió servir lo vodevil de ser débil.
Seguir febril poniendo otra vez veinte de abril.